Liturgia de las horas

Hora Intermedia

V. Dios mío, ven en mi auxilio.
R. Señor, date prisa en socorrerme.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.

HIMNO

No es lo que está roto, no,
el agua que el vaso tiene;
lo que está roto es el vaso,
y el agua al suelo se vierte.
 
No es lo que está roto, no,
la luz que sujeta el día;
lo que está roto es su tiempo,
y en sombra se desliza.
 
No es lo que está roto, no,
la caja del pensamiento;
lo que está roto es la idea
que la lleva a lo soberbio.
 
No es lo que está roto Dios
ni el campo que él ha creado;
lo que está roto es el hombre
que no ve a Dios en su campo.
 
Gloria al Padre, gloria al Hijo,
gloria al Espíritu Santo,
por los siglos de los siglos. Amén.

SALMODIA

Ant. 1. Dichoso el que anda por los senderos del Señor.

SALMO118, 1-8
III (Ghimel)
MEDITACIÓN SOBRE LA PALABRA DE DIOS REVELADA EN LA LEY
El amor de Dios consiste en guardar sus mandamientos (1 Jn 5, 3).

Dichoso el que, con vida intachable,
camina en la voluntad del Señor;
dichoso el que, guardando sus preceptos,
lo busca de todo corazón;
el que, sin cometer iniquidad,
anda por sus senderos.
 
Tú promulgas tus decretos
para que se observen exactamente.
Ojalá esté firme mi camino,
para cumplir tus consignas;
entonces no sentiré vergüenza
al mirar tus mandatos.
 
Te alabaré con sincero corazón
cuando aprenda tus justos mandamientos.
Quiero guardar tus leyes exactamente,
tú, no me abandones.

Ant. Dichoso el que anda por los senderos del Señor.

Ant. 2. Se alegra mi corazón con tu auxilio.

Salmo 12
SÚPLICA DEL JUSTO QUE CONFÍA EN EL SEÑOR
El Dios de la esperanza os colme de todo gozo (Rom 15, 13).

¿Hasta cuándo, Señor, seguirás olvidándome?
¿Hasta cuándo me esconderás tu rostro?
¿Hasta cuándo he de estar preocupado,
con el corazón apenado todo el día?
¿Hasta cuándo va a triunfar mi enemigo?
 
Atiende y respóndeme, Señor, Dios mío;
da luz a mis ojos
para que no me duerma en la muerte,
para que no diga mi enemigo: "le he podido",
ni se alegre mi adversario de mi fracaso.
 
Porque yo confío en tu misericordia:
alegra mi corazón con tu auxilio,
y cantaré al Señor por el bien que me ha hecho.

Ant. Se alegra mi corazón con tu auxilio.

Ant. 3. Dios lo incluyó todo bajo el dominio del pecado para poder compadecerse de nosotros.

Salmo 13
CORRUPCIÓN Y NECEDAD DEL IMPÍO
Donde abundó el pecado sobreabundó la gracia (Rom 5, 20).

Dice el necio para sí:
"No hay Dios".
Se han corrompido cometiendo execraciones,
no hay quien obre bien.
 
El Señor observa desde el cielo
a los hijos de Adán,
para ver si hay alguno sensato
que busque a Dios.
 
Todos se extravían
igualmente obstinados,
no hay uno que obre bien,
ni uno solo.
 
Pero ¿no aprenderán los malhechores,
que devoran a mi pueblo como pan
y no invocan al Señor?
 
Pues temblarán de espanto,
porque Dios está con los justos.
Podéis burlaros de los planes del desvalido,
pero el Señor es su refugio.
 
¡Ojalá venga desde Sión
la salvación de Israel!
Cuando el Señor cambie la suerte de su pueblo,
se alegrará Jacob y gozará Israel.

Ant. 3. Dios lo incluyó todo bajo el dominio del pecado para poder compadecerse de nosotros.

TERCIA

LECTURA BREVE Jr 17,7-8

Bendito quien confía en el Señor, y pone en el Señor su confianza: será un árbol plantado junto al agua, que junto a la corriente echa raíces; cuando llegue el estío no lo sentirá, su hoja estará verde; en año de sequía no se inquieta, no deja de dar fruto.

V. El Señor no niega sus bienes a los de conducta intachable.
R. Señor de los ejércitos, dichoso el hombre que confía en ti.

ORACIÓN

Dios todopoderoso y eterno, que a la hora de tercia enviaste tu Espíritu Paráclito a los apóstoles, derrama también sobre nosotros ese Espíritu de amor para que demos siempre fiel testimonio ante los hombres de aquel amor que es el distintivo de los discípulos de tu Hijo. Que vive y reina por los siglos de los siglos.

SEXTA

LECTURA BREVE Pr 3, 13-15

Dichoso el que encuentra sabiduría, el que alcanza inteligencia: adquirirla vale más que la plata y su renta más que el oro, es más valiosa que las perlas, ni se le comparan las joyas.

V. Te gusta un corazón sincero.
R. En mi interior me inculcas sabiduría.

ORACIÓN

Dios nuestro, que revelaste a Pedro tu plan de salvar a todas las naciones, danos tu gracia para que todas nuestras acciones sean agradables a tus ojos y útiles a tu designio de amor y salvación universal. Por Jesucristo nuestro Señor.

NONA

LECTURA BREVE Jb 5, 17-18

Dichoso el hombre a quien corrige Dios: no rechaces el escarmiento del Todopoderoso, porque él hiere y venda la herida, golpea y cura con su mano.

V. Trata con misericordia a tu siervo.
R. Enséñame tus leyes.

ORACIÓN

Dios nuestro, que enviaste un ángel al centurión Cornelio para que le revelara el camino de la salvación, ayúdanos a trabajar cada día con mayor entrega en la salvación de los hombres, para que, junto con todos nuestros hermanos, incorporados a la Iglesia de tu Hijo, podamos llegar a ti. Por Jesucristo nuestro Señor.

CONCLUSIÓN

V.
 Bendigamos al Señor.  
R. Demos gracias a Dios.